Un virus en el agua está detrás del brote de gastroenteritis que ha afectado en los últimos días a la localidad de Betanzos, en A Coruña, que de momento mantiene las restricciones en el uso del agua, calificada como "no apta para el consumo".

El Concelloha informado este sábado de que las analíticas realizadas por las autoridades sanitarias reflejan que el origen del brote es el norovirus, que podría haberse generado por el vertido de residuos urbanos o aguas negras en el río, afectando al agua que llegaba a la planta de tratamiento.

El virus no se reflejó en los análisis bacteriológicos que realiza diariamente la empresa concesionaria de la gestión del agua, Viaqua, por lo que ha sido necesario un proceso más largo de análisis para determinar que el origen no era bacteriano, sino vírico, de acuerdo con el Concello.

Restricciones al uso de agua

A raíz del resultado de los análisis, el agua de abastecimiento municipal ha sido calificada como "no apta para el consumo", por lo que se mantienen las restricciones: no se debe usar para la ingesta -para beber ni para preparar alimentos-, tampoco para el lavado de alimentos ni para la higiene bucodental. Sí se puede usar para la higiene personal -lavado de manos y duchas- y para la limpieza doméstica.

El virus, advierten desde el Concello, se contagia fácilmente, por lo que además se recomienda extremar las medidas de higiene en los entornos donde haya relación con personas afectadas, especialmente el lavado de manos y la limpieza de superficies. Además, las personas con gastroenteritis no deben manipular alimentos.

Se mantienen asimismo los planes acordados por el Ayuntamiento y la Xunta de Galicia para llevar a cabo una limpieza exhaustiva de las instalaciones y la hipercloración del agua, así como la intensificación de los controles. El Consistorio ha pedido además un informe urgente a la empresa concesionaria para que dé explicaciones de por qué no se detectó el virus y por qué llegó a la red de aguas.

Entretanto, se mantiene el abastecimiento de agua a través de cisternas y entrega de garrafas a mayores de 75 años que se encuentren en programas de Servicios Sociales y familias vulnerables.