En el museo del 3D ‘Manila’ de Filipinas podemos encontrar numerosas ilusiones ópticas, como un cocodrilo o una piraña gigante. Estas ilusiones ópticas nos demuestran que nuestro cerebro nos engaña y traiciona diariamente.

“En un espectáculo de magia como en la vida real, el cerebro solo va procesando pequeños fragmentos de información y a partir de ahí toma atajos“, explica Susana Martínez-Conde, Directora Instituto Neourológico Barrow, Arizona.

Los atajos son los que utilizan los ilusionistas para engañar a nuestra mente. En los trucos de magia no siempre somos capaces de diferenciar si lo que vemos es real o tan solo una ilusión.“Lo que realmente se usa son cartas homónimas. Las cartas que se meten en la baraja no son las mismas que luego salen”, cuenta Miguel Ángel Gea, ilusionista.

Algo parecido es lo que ha ocurrido con el famoso vestido. ¿Blanco y dorado o azul y negro?. La respuesta a esta pregunta es simple: no todos percibimos de igual manera los colores y la luz.

“En la población de fotoreceptores que tenemos que tenemos en la retinaen la forma en la que apreciamos los colores”, explica Dr. Ricardo Pérez, miembro del Instituto de Oftalmología Avanzada.

La simple diferencia de visión es la que ha hecho que el vestido se haya hecho famoso y se hayan aumentado sus ventas. Un vestido que estuvo en los platos de La Sexta Noche durante la noche de este sábado.

Otra trampa habitual a la que nos somete nuestro cerebro es la aparición de la luna llena. Nuestra mente hace que el satélite terrestre parezca más grande cuando tenemos al horizonte como referencia.