Stephen Wood estaba en detención preventiva por tres violaciones. Había cumplido un año y medio de condena por conducta obscena contra un menor. Al reconocerse como transgénero, Stephen comenzó a llamarse Karen White. Y pese a no haberse sometido a un cambio de sexo, conservando sus genitales masculinos, las autoridades aceptaron enviarla a una cárcel de mujeres para cumplir con el resto de su condena.
Ya en la cárcel de mujeres, White asaltó sexualmente a varias reclusas. Ha admitido dos de las cuatro acusaciones que la involucran en estos abusos sexuales a presas, que involucran acoso sexual, toque indebido, exhibición de sus genitales y comentarios inapropiados sobre sexo oral, según informa la BBC.
Por ahora, las autoridades de Reino Unido determinan que el sitio de reclusión de los presos debe coincidir con el género que expresan. Pero este caso ha abierto de nuevo la polémica de donde deberían ser encarceladas mujeres transgénero, condenadas por abusos sexuales que cometieron como hombres.
"Le habían lavado el cerebro"
De California a Manresa para rescatar a su hermana de una secta: "El cura me agarró y me tiró al suelo"
El contexto Adriana di Gerónimo se enteró de que su hermana estaba recluida en una congregación católica que había recibido denuncias por abusos sexuales. Al recibir la noticia, no dudó en dirigirse a Manresa para ayudarla.