Medio millar de vecinos y comerciantes de varios barrios de Barcelona se han manifestado en contra de la inseguridad que aseguran que se vive en la ciudad desde hace años.
Convocada por la agrupación Tsunami Veinal, en la que se integran colectivos y asociaciones de vecinos de una veintena de barrios de Barcelona, en la protesta también participaba el representante del PP en el ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, a quien los organizadores han pedido que saliera de la misma.
Un portavoz de Tsunami Veinal ha manifestado, megáfono en mano y en Via Laietana, que la manifestación era "exclusivamente" de vecinos y comerciantes, y ha solicitado que se apartaran los políticos que pudieran encontrarse en la misma, momento en que Bou se ha retirado de la protesta.
Entre otras, las entidades Fem Gòtic, la Asociación de Vecinos del Raval, Sant Antoni per la Seguretat, la Asociación de Vecinos de la Barcelona y la Plataforma de afectados por el Top Manta, participan en la protesta de hoy, que se ha iniciado en varios barrios y que se ha unido al final de la Via Laietana.
Así, los vecinos de Vila Olímpica, Fòrum y Besòs se han encontrado con los de la Barceloneta en el paseo de Joan de Borbó, con el objetivo de finalizar la manifestación en la plaza Sant Jaume. Estas asociaciones de vecinos y comerciantes tienen la sensación de inseguridad en la ciudad desde hace años y critican que problemas como los narcopisos o los robos, no han desaparecido a pesar del refuerzo policial de los últimos meses.
En las pancartas de los participantes en la manifestación se podían leer lemas como "Queremos una Barceloneta digna", "Dimisión Colau", "Barcelona ciudad sin ley" o "Por la dignidad y seguridad de todos".
En un manifiesto conjunto, los convocantes consideran que "son las administraciones más cercanas las que tienen que trabajar más duro y de manera coordinada y urgente" y añaden que "queremos ser parte activa y que se nos escuche".
"Ahora no toca quitarle hierro a la situación, que dista mucho de ser puntual a pesar de que tampoco debemos caer en el alarmismo que transforme la imagen de Barcelona como ciudad donde no quiera nadie vivir, trabajar o visitar", se indica en el mismo manifiesto.