Las cifras de paro más altas de Europa se sitúan en la provincia de Cádiz. Algunos expertos consideran que esta situación de precariedad generalizada es aprovechada por los narcos para captar a jóvenes a los que piden su trabajo sucio: transportar la droga, descargarla y esconderla.

Una situación que es difícil de contener con controles policiales y que hay que atajar desde una inversión profunda en reconstrucción social.

De hecho, los narcos enseñan cada vez más su alto nivel de vida en redes sociales. Presumiendo de sus fajos de billetes y mostrando los fardos en las narcolanchas, aprovechan la viralidad de la redes para mandar mensajes y amenazas.

Muestran su vida como una profesión soñada y alardean de ella ante los más jóvenes con canciones que hablan de la vida de los narcos. Se trata de una nueva generación de traficantes de drogas que saben que pueden con la seguridad del Estado.

Los dos guardias civiles asesinados en Barbate se enfrentaron con una zódiac a una narcolancha 10 veces más pesada. La patrullera, de 500 kilos y unos 6 metros de eslora, poco tenía que hacer contra la lancha de los narcos, de hasta 5.000 kg y 15 metros de longitud.

La familia de los fallecidos aún busca a los responsables de la operación. "Me gustaría saber quien dijo 'que vayan como sea', porque la primera vuelta que la narcolancha le dio a la zódiac tendría que haberse ido", ha expresado Francisca María González.

A pesar de estar pasando un duelo injusto, los familiares seguirán apoyando al resto de guardias civiles: "Seguiré hablando con sus compañeros y me enteraré si ponen medios en el estrecho. Yo seguiré luchando por él".

En los últimos ocho años han muerto 20 personas por culpa del narcotráfico. La mayoría agentes haciendo su trabajo, en plena persecución, pero también otros ciudadanos.