A través de las redes sociales hay multitud de testimonios de ciudadanos británicos arrepintiéndose de haberse ido a Turquía para hacerse un tratamiento dental. "Sangraba constantemente, cada vez que me lavaba los dientes. Sangro todos los días y no es normal", denuncia una joven.

El reclamo que utilizan estas clínicas es el de influencers haciendo publicidad y vendiendo las bondades de sus tratamientos. En cualquier país europeo los mismos tratamientos costarían el doble y en Turquía venden los packs con todo incluido: hotel, viaje y tratamiento dental.

La Asociación Dental Británica ha encuestado a 1.000 dentistas y más de la mitad reconoce que ha tenido que atender a pacientes con serios problemas tras volver de Turquía. "De vuelta a casa, una larga noche de nuevo, todavía me siento fatal", lamenta una mujer tras regresar del país.

El Consejo General de dentistas de España también alerta sobre esta moda. "Lo que estamos observando es la consecuencia de una mala praxis, es difícil entender cómo esto puede ser ofertado de manera turística", indica Rafael Castillo, odontólogo de la clínica QDental.

El Consejo General de dentistas de España recuerda que, si surge cualquier contratiempo, por la financiación, o por una mala praxis, se tendría que iniciar un proceso legal en un país extranjero donde la normativa sanitaria, aseguradora y de responsabilidad civil son diferentes a las de nuestro país.