Vecinos del barrio del Raval han iniciado una campaña empapelando algunas calles para denunciar que el problema de los narcopisos no ha desaparecido y se ha trasladado de calle, por lo que piensan hacer caceroladas todas las noches.

Según la entidad vecinal Acció Raval, los narcopisos cerrados de las calles d'En Roig y de la Riereta se han trasladado ahora a la calle Reina Amalia. Los vecinos se han propuesto volver a ejercer presión social para que los narcotraficante se vuelvan a ir de los narcopisos y que las administraciones actúen contra ellos.

"El problema de fondo es que hay muchos pisos vacíos, propiedad de bancos que se desentienden o de grupos inversores que especulan con la vivienda", ha explicado a la televisión municipal 'betevé' uno de los portavoces de Acció Raval. Según este portavoz, "los narcotraficantes han migrado, y se han trasladado a otras calles".

Por ello, los vecinos de la calle Reina Amalia han comenzado a colgar carteles pidiendo la expulsión de los narcotraficantes con lemas como "El Raval libre de narcotraficantes".

Según una de las portavoces de los vecinos de esta calle, Laura Gijón, "ahora tenemos problemas en el número diez, que es un edificio muy afectado por las ocupaciones por parte de narcos", después de haber resuelto el mismo conflicto "en el número ocho, en el que la presión vecinal ahuyentó los narcotraficantes".

Un grupo de vecinos incluso ha intentado negociar de manera pacífica con los ocupantes de un piso en la calle de Sant Vicent para que se fueran.