Varios colectivos de vecinos de Godella, un municipio valenciano, se han topado con la iglesia por una sentencia que indica que el ayuntamiento, con 9 millones de presupuesto anual, debe pagar 16 millones de euros a las monjas de la congregación del colegio Sagrado Corazón. La culpa la tienen los 26.000 metros cuadrados de bosque que rodean el colegio y que el ayuntamiento quiso expropiar.

"Necesitamos años para poder pagar", dice Josep Manel San Félix, alcalde Godella. Es la ruina para el consistorio, están intentando negociar. Les han ofrecido pagar en especies, inmuebles pero de momento, las monjas han dicho que no.

"Nos quedan 200.000 euros al año y eso es lo que hemos ofrecido", expresa Lola Sánchez, concejal de urbanismo de Godella. Las religiosas no han querido ofrecer información. En 1990 se aprobó la expropiación en esos momentos el valor de los terrenos era de unos 30 millones de pesetas, algo asumible por el ayuntamiento pero las monjas recurrieron y recurrieron y ahora la justicia da el visto bueno a la expropiación, el problema es que la Ley del Suelo ya había cambia y había disparado el precio del bosque.