De repente, los grifos comenzaron a expulsar un líquido con una tonalidad más oscura, que desprendía un fuerte olor y cuyo sabor era inconfundible. Se trataba de agua mezclada con alcohol.

El hecho ha ocurrido en un edificio de apartamentos de Kerala, en la India, donde los vecinos tuvieron que alertar a las autoridades de que el líquido que fluía por sus grifos ya no era exclusivamente agua, según publica India TV News.

Las autoridades comenzaron a investigar qué es lo que podía haber ocurrido y descubrieron que el pozo con el que se suministraban las viviendas estaba contaminado con más de 2.000 litros de bebidas alcohólicas.

La causa fue un error humano. Y es que trabajadores públicos decidieron enterrar las botellas de alcohol que les habían ordenado destruir tras requisarlas de bares que no cumplían la normativa.

Lo que no habían calculado es que las botellas podían romperse al compactar la tierra, y eso fue lo ocurrió, provocando que el líquido derramado se filtrara por la tierra y acabara en el pozo que abastece a la comunidad de vecinos.

Los funcionarios que cometieron el error se han ofrecido para abastecer a los afectados con agua potable hasta que se solucione el problema.