Hasta 14 casas de apuestas en 3 kilómetros de una calle madrileña son el ejemplo perfecto ejemplo de la proliferación de este tipo de negocios en nuestro país. En muchas zonas de Madrid, tan solo hay que andar unos metros para dejar atrás uno de estos negocios y encontrar otro muy parecido.

"Yo me dejo 400 euros a la semana", relata un joven, mientras que otro nos cuenta cómo acaba de perder 300 euros en un establecimiento después de haberlos ganado la misma tarde en otro de la misma calle.

Son tantos establecimientos que han puesto en pie de guerra a los vecinos, que han visto cómo no dejan de multiplicarse. Una de las vecinas nos explica cómo colocan estos negocios estratégicamente junto a colegios e institutos "con una intención clara de enganchar a los menores".

Carabanchel es donde más hay en Madrid y un hombre nos explica cómo atraen a la gente, incluso abaratando el alcohol. "Estos negocios buscan barrios pobres porque saben que hay gente más desesperada", afirma.

Celia Prat, experta en adicción al juego de la FAD, explica que para controlar esta adicción "es importante controlar la impulsividad tanto psicológica como emocionalmente".

Cuando hemos tratado de hablar con varios de estos negocios, nadie quiere hablar con nosotros. Varias comunidades autónomas están tratando de regular el acceso de menores y de ludópatas en estos centros.