Los vecinos del barrio de Lavapiés, en Madrid, no pueden más. Sus calles se llenan cada día de gente traficando, drogándose, persiguiéndose o peleándose. La única forma que tienen de denunciar esta situación a la Policía es grabando vídeos desde sus ventanas. Como las que se pueden ver en portada: un hombre se sienta junto a una chica y se produce el intercambio a plena luz del día. A continuación, procede a consumir la sustancia.

La mayoría de las veces que han conseguido captar estos comportamientos acaban recibiendo pedradas, asegura una de las vecinas. Por eso, han dado un paso más: han colocado banderas amarillas para señalar los lugares donde se trapichea.

"Nos da miedo salir a la calle cuando está todo ese alboroto, porque nos vamos conociendo y todo el mundo sabe los que vivimos en el barrio, que somos los que nos estamos quejando. Tenemos que recuperar la convivencia en este barrio multicultural", expresa uno de los afectados.

Los vecinos creen que hace falta más intervention social con la gente que, literalmente, vive y duerme en las plazas. Aseguran que hay un abandono institucional y, por eso, han colocado estas banderas amarillas, en señal de protesta y para señalar los lugares más conflictivos.

Asociaciones vecinales de Lavapiés se reunieron este jueves con el Ayuntamiento. José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, ha señalado este viernes que entiendo la inquietud de los vecinos. "Haremos todos los esfuerzos junto a la Delegación del gobierno", ha asegurado. Mientras tanto, los vecinos solo esperan que la respuesta, de una vez, sea efectiva.