No hay maquinaria, ni palas, ni manos suficientes para limpiar tanto barro en Cobisa, Toledo. "Toda la ayuda que haya disponible la necesitamos ante esta catástrofe", lamenta una vecina.

En el municipio son más de 100 las casas afectadas y casi la mitad se encuentran inhabitables. "Yo me llegué a temer la peor", reconoce un vecino cuya casa se ha inundado.

Los propietarios de los negocios afectados se replantean su futuro. "No me ha quedado nada en la clínica", explica Mari Mar, que vio como su centro veterinario se inundaba. "El agua ha roto la pared y se han ido todas las máquinas río abajo", añade.

A 600 kilómetros de distancia se repite la misma imagen, en concreto en Alcanar, Tarragona. Con todo lleno de barro y las pérdidas por valorar, los voluntarios unen fuerzas en una limpieza que durará días. "Hemos hecho grupos, hay mucho por hacer", explican.

José Luis da por perdida su cosecha de naranjos. "Ha sido un destrozo, va a haber gente que pasará muchos problemas económicos. El barranco había saltado muchas veces, pero nunca como ahora ", sostiene compungido.

La fuerza del agua ha dejado a una parte sin carretera y mientras los vecinos tratan de recuperar lo poco salvable mientras tratan de recuperar todos sus recuerdos.