Un vecino denunció hace unos meses que el autor confeso del crimen machista de Moraira (Alicante) había golpeado en la cara a su pareja, pero la mujer, ahora asesinada, se acogió a su derecho a no declarar contra el hombre que acabó matándola, que entonces quedó absuelto por falta de pruebas.

Según el Tribunal Superior de Justicia valenciano (TSJCV), el Juzgado de Violencia sobre la Mujer (JVSM) número 1 de Dénia ha asumido este miércoles la investigación abierta inicialmente por la juez de guardia de esa ciudad, que fue la que levantó el cadáver el pasado lunes tras ser hallado degollado y envuelto en una colcha en el interior de un contenedor de residuos de una urbanización de Moraira.

El alto tribunal ha informado de que actualmente no pesaba ninguna orden de alejamiento en vigor contra el detenido, un holandés de 59 años, en relación a la víctima, de 36, nacionalidad rumana y madre de un menor de 14 años.

Sin embargo, sí consta que el juzgado de violencia machista de Dénia abrió en julio del pasado año unas diligencias urgentes contra este hombre por un delito de maltrato de obra cometido presuntamente contra su pareja.

El juzgado incoó esa causa tras recibir un atestado de la Guardia Civil, después de que agentes de la Policía Local se presentaran en la madrugada del 30 de junio de 2019 en la vivienda de la pareja al ser requeridos por un vecino.

La víctima no quiso entonces interponer denuncia contra su compañero e hizo uso de su derecho a no declarar contra el mismo, pese a lo cual la magistrada del JVSM adoptó una orden de protección a favor de la mujer que incluía como medidas cautelares la prohibición de que el investigado se comunicara por cualquier medio o se acercara a menos de 300 metros.

El caso fue elevado al juzgado de lo Penal 2 de Benidorm y el juicio oral por estos hechos se celebró el 19 de septiembre de 2019 y, en la vista, la víctima volvió a acogerse a su derecho a no declarar contra el acusado, que fue absuelto de un delito de malos tratos del artículo 153 del Código Penal por falta de pruebas.

Según la sentencia, fechada el 11 de octubre de 2019, no quedó acreditado que el hombre hubiera golpeado a su pareja en la cara durante una discusión, pues únicamente existían testigos de referencia, no directos, y su valor probatorio es limitado, de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Supremo (TS).

El juzgado también tuvo en consideración la declaración de otro testigo, un amigo del acusado que manifestó que éste había dormido en su casa la noche de los hechos.

La sentencia absolutoria no fue recurrida, por lo que devino firme por providencia en diciembre de 2019 y, por consiguiente, entonces quedaron sin efecto las medidas cautelares adoptadas contra el acusado.

Desde que se entregó este pasado martes en torno a las 13 horas y confesó el asesinato, el hombre ha estado en la Comandancia de la Guardia Civil, aunque la mañana de este miércoles ha sido trasladado a la inmobiliaria de su propiedad en Moraira para un registro.