Varias personas se han encadenado este lunes a los árboles del madrileño parque de Arganzuela para evitar su tala, que tiene desde hace meses a los vecinos de esta zona de la capital en pie de guerra. Una decena de personas consiguió acceder a la zona vallada de Madrid Río donde este lunes estaba previsto el inicio de la tala, en una zona en la que la Comunidad de Madrid tiene previsto construir una estación de Metro de la Línea 11.

Además de los encadenados, algunas personas se subieron a los árboles y colgaron una pancarta para protestar contra la tala de estos ejemplares con decenas de años.

Vecinos del entorno de Madrid Río y activistas medioambientales habían empezado a concentrarse en el Paseo de Yeserías desde primera hora ante el inicio de las talas, un total de 523 en los distintos puntos por las obras de la línea 11 de Metro, promovidas por la Comunidad de Madrid. Vecinos y vecinas de Arganzuela, junto al colectivo Rebelión o Extinción, se han manifestado con pancartas en las que se podía leer 'No a la tala' y 'Metro sí pero no así' cuando han comprobado la llegada al parque de camiones y operarios, quienes han iniciado el arranque de las talas. La Policía ha desalojado a los activistas que se habían abrazado a los árboles para impedir su tala y mantiene un fuerte despliegue para evitar más incidentes en la zona.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha asegurado "desconocer en términos concretos si ha comenzado" la tala, aunque ha remarcado que "la Comunidad de Madrid ya lo ha autorizado" y ha defendido que se ha hecho un "esfuerzo muy importante" para reducir "de manera significativa" la afección al arbolado.

En este sentido, el primer edil ha defendido que "hay una reducción muy significativa de la afección al arbolado respecto de la que se planteaba inicialmente, con modificaciones que han sido acogidas por la Comunidad de Madrid". "Es una buena infraestructura para la ciudad de Madrid, que se ha conseguido conciliar con una afección mínima al arbolado", ha insistido.

La Administración madrileña "va a reducir la masa arbórea apeada en un 50,9% de los 1.027 árboles que inicialmente se contemplaban para ser apeados". Es decir, finalmente serán 523, ha detallado la Comunidad. Esta reducción se produce por tres motivos, según apunta el Gobierno regional. El primero son los cambios de ubicación de la subestación eléctrica fuera de los Jardines de Palestina, que se une a la modificación de la ubicación también de otras instalaciones auxiliares necesarias para la ejecución de la obra, sobre todo fuera del entorno de Comillas. La tercera razón es el aumento de ejemplares trasplantados. Además, la reducción de árboles apaeados también se debe a que la obra se hará finalmente mediante un proceso de extracción de tierras sin rampas, lo que permitirá reducir la superficie del terreno afectado en un 20 por ciento.