Las cámaras de seguridad de varios establecimientos captaron al detenido por la brutal violación a una menor en Igualadasiguiendo a la víctima antes de la salvaje agresión sexual. Así consta en el auto por el que el juez acordó prisión provisional sin fianza para el investigado, que tiene antecedentes por delitos sexuales y malos tratos.

Según recoge el escrito, el punto de partida fue la localización e identificación, a través de las cámaras de seguridad, del sospechoso cerca de la discoteca a la que esa noche había acudido la menor, a raíz de una denuncia por daños a un vehículo. A partir de ahí, se construye el recorrido que realizó gracias a las imágenes de diferentes cámaras, que coincide con el informe de las conexiones de los móviles de ambos.

De igual modo, las cámaras captaron también el recorrido que realizó la víctima desde que salió de la discoteca hasta el lugar donde tuvo lugar la agresión: con segundos de diferencia, las imágenes de videovigilancia de varias empresas muestran a la adolescente y al presunto agresor caminando tras ella, hasta que en un momento dado este "comienza a acelerar el paso". También queda grabado cómo la menor se dirige hacia la calle Paisos Baixos y el investigado accede, tras ella, a la misma calle.

Durante los 20 minutos siguientes, en los que se habría producido la agresión, las cámaras no captan a nadie por la calle, hasta que las cámaras de un bar vuelven a ubicar al sospechoso abandonando el lugar, en dirección al centro de Igualada. En las imágenes captadas por otra cámara, se aprecia que "porta una prenda de ropa en la mano derecha".

Le robó la ropa y la abandonó allí

En este sentido, el relato de hechos indiciarios del auto recoge cómo, tras la agresión, el presunto violador dejó a la menor "tirada en el suelo" y además le sustrajo "el abrigo que portaba aquella noche, el vestido y las bragas".

Así, "la menor quedó abandonada en el suelo, inconsciente, desnuda, en un lugar frío, inhóspito, sin apenas tránsito de personas y con importantes lesiones" por lo que, "de no haber sido asistida con celeridad y prontitud, el resultado no hubiera sido otro que su muerte". Por ello, el magistrado imputa al detenido, además de un delito de agresión sexual, otro de asesinato en grado de tentativa.