En España, más de 11 millones de personas tienen seguros privados de salud, una cifra que no ha parado de crecer en los últimos años a pesar del continuo encarecimiento de sus precios. La razón principal, la rapidez de la gestión, según comentan los ciudadanos que han optado por esta vía.

Además de esta razón que alegan los usuarios para contratar un seguro privado, se suman a la negativa para hacer pruebas costosas o el deterioro de las instalaciones. Estos usuarios de la sanidad privada tienen seguros privados, pero no renuncian a la sanidad pública, porque "está muy bien para temas de operaciones importantes".

Las aseguradoras defienden que ofrecen un servicio complementario, pero para algunas asociaciones, el gobierno ha provocado el deterioro del sistema público en beneficio del sector privado. Carmen Esbrí, de la marea blanca, explica que el sistema privado "tiene una gran nutrición de dinero público, lo cual ha ayudado a fortalecerlo, y ese dinero público viene de los impuestos de los ciudadanos".

En el último año, las aseguradoras han ingresado casi 8.000 millones de euros, mientras que los recortes en el sistema público suman 10.000 millones de euros durante la crisis. Marciano Sánchez, de la Federación de Asociaciones para la defensa de la Sanidad pública, afirma que "esto es una estrategia para, disminuyendo los impuestos que van a la sanidad pública, el sistema sea peor y se incrementen las esperas a la vez que se dan facilidades para el sector privado".

Según el último barómetro del CIS, la sanidad es uno de los problemas que más preocupa a los españoles, que reclaman una atención sanitaria de calidad.