Después de los grandes incendios que calcinaron Galicia, en Carballeda de Avia, Ourense, siguen sin agua potable.

Leonor Castro, vecina de Faramontaos, cuenta que el agua "es como si fuera de ceniza, no se puede usar, sólamente para asearse y para los animales".

Leonor, Elisa y Dolores viven en Faramontaos, una de las siete aldeas afectadas. Las cenizas han llegado a los acuíferos y el agua no es apta para el consumo.

El Ayuntamiento está potabilizando todas las traídas de agua. Han reparado tuberías, limpiado depósitos y reparte agua embotellada.

Elisa Vázquez, vecina de Faramontaos, comenta cómo es el suministro: "De domingo en domingo nos traen una garrafa".

Las analíticas desaconsejan el consumo del agua de las fuentes e incluso de los pozos particulares. Los propios vecinos, como Dolores, ya han encargado una analítica del agua de su pozo: "El agua venía muy oscura, teníamos miedo de que no sirviera para hacer la comida".

Carballeda de Avia trata de volver a la normalidad tras el fuego. Pero aquí ha fallecido una persona y 29 vecinos perdieron su vivienda. Sólo en casas, el alcalde calcula unos daños de 1.600.000 euros.

"La Xunta tiene destinada para el conjunto de Galicia dos millones de euros así que a poco podemos llegar", destaca Luis Milia, alcalde de Carballeda de Avia.