Las bicicletas públicas son la gran apuesta de las ciudades españolas pero cada día se encuentran con el mismo problema: los vándalos que las destrozan.

Sólo en Madrid, en un año hay 800 bicicletas inutilizadas por el vandalismo. Una situación que se ha cuadruplicado en lo que llevamos de verano.Se han llegado a aparecer bicis de Madrid en Benidorm.

Con más de 50.000 abonados, los usuarios de BiciMad se enfrentan a un doble problema: el sistema falla y, cuando no lo hace, tienen que usar bicicletas rotas.

El ayuntamiento ya se ha puesto manos a la obra. Por eso en septiembre incorporará 1.000 bicicletas nuevas a la flota.

El problema del vandalismo no es exclusivo de Madrid. Por ejemplo, en Sevilla unos jóvenes la emprenden a golpes con la bicicleta hasta que consiguen destrozarla y acaban arrojándola a las aguas del Guadalquivir.

La misma situación se repite en Valencia, donde desde el año 2010 ya se han robado 400 bicis.

En Vitoria, toca tirar de bolsillo y comprarse una si se quieren mover en bici. Porque el servicio de bicicletas públicas se eliminó hace dos años ahogado por el vandalismo.