En España hay algo tan complicado como encontrar vivienda: alquilar un terreno agrícola. Gil Casallarg, agricultor, lo confirma. "Hay las que hay y no hay más", se lamenta. Pero podría haber más. En España, hay más de 2,3 millones de hectáreas agrícolas desaprovechadas. Casi el 15% de todo el terreno agrícola de nuestro país. Solo en Cataluña, en las últimas dos décadas se han abandonado unas 100 mil hectáreas de terreno cultivable.

Para solucionar eso, la Generalitat ha puesto en marcha un registro para que todo aquel que tenga más de la mitad de sus tierras en desuso durante los últimos 5 años las tenga que poner en alquiler.

"Siempre de acuerdo con el propietario de esas tierras. Si alguien quiere empezar un proyecto agrícola-ganadero puede optar a estas tierras con un contrato de arrendamiento con el propietario a siete años", explica el conseller de Agricultura, David Mascort.

La idea es fomentar el relevo generacional en el campo, luchar contra la despoblación e impulsar el autoabastecimiento. "Esto hace que continúe el hecho de ser ganadero", asegura Cosme Hons, agricultor.

La realidad es que todavía queda mucha tierra por explotar, pero están en pocas manos. El 900.000 propietarios acumulan en España 7 de cada 10 hectáreas agrícolas. Es como si el 70% de España estuviera en manos, solamente, de los ciudadanos de Granada.

Otras comunidades como Castilla La Mancha o Asturias estudian planes para aprovechar también los terrenos abandonados.