J. E., uno de los cinco detenidos de forma preventiva y acusado por la violación a una joven el pasado 7 de julio, durante las fiestas de San Fermín, ha prestado declaración ante el juez, dando su versión sobre lo sucedido aquella madrugada en un portal de Pamplona.

En su comparecencia, a la que ha tenido acceso el diario El Español, el acusado ha intentado desmarcarse de forma constante de las acusaciones vertidas sobre él y sus compañeros, argumentando: "Nos lo estábamos pasando bien. Ella estaba disfrutando". En este sentido, el acusado precisa que la víctima "estaba gimiendo y hacía comentarios como 'métemela, me encantas tú".

Durante su testimonio, también ha afirmado que fue la joven quien se mostraba predispuesta a mantener relaciones en todo momento. Según ha señalado el acusado: "Ella insistía en que la penetrara. Me lo pidió dos o tres veces porque yo realmente no quería penetrarla".

Hacia el final de su comparecencia, se ha derrumbado y, entre lágrimas, ha afirmado: "Yo no soy un violador, odio a los violadores. A mí pareja la violaron con 14 años", ha declarado.

Bajo esta premisa, ha asegurado que si en algún momento ella no hubiera querido seguir con ellos, se habrían apartado. "No es una violación, fue todo consentido. Sé perfectamente cuando una persona se siente mal y cuando no".

En la línea de la comparecencia, ha considerado que la denuncia se debe a la forma de despedirse de la joven. "Si hubiésemos invitado a esa chavala a una cerveza fuera no hubiese pasado esto", ha aseverado.