"Son inodoros a los que puede ir cualquiera, independientemente de cómo se identifique el usuario", explicó un portavoz de la institución académica, Bas Schrijver.
Los carteles de algunos inodoros ya existentes han sido sustituidos por pictogramas cuya mitad izquierda representa a una mujer con falda y la mitad derecha a un hombre con pantalones.
De los 240 aseos que se reparten a lo largo de sus cinco edificios 17 son ahora unisex, una cantidad "proporcional y suficiente" para que "quien lo necesite pueda utilizar un baño de género neutro", añadió Schrijver.
La medida ha sido recibida entre aceptación y sorpresa por parte de los alumnos del centro.
"Me parece una buena idea. Tampoco me importaría si un hombre utilizara el baño femenino en caso de que lo necesite", explicó la estudiante Lynn van Lier, que se mostró a favor de que la medida se extienda a otros edificios públicos.
La Universidad de La Haya aseguró que había recibido "varias solicitudes" para introducir la medida, la cual encaja con "una tendencia social de inclusión" respecto a las personas transgénero, dijo Schrijver.