Una mujer de 95 años cambió su testamento pocos días antes de ingresar en una residencia. Lo hizo para dejar en herencia 1,5 millones de euros a un hombre que no era de su familia pero al que veía cada día, su camarero.

Julio le servía diariamente el desayuno en su bar, y asegura que ambos mantenían una relación muy estrecha. "La que no tenía la sobrina, que la tenía abandonada", explica el trabajador.

Con ese argumento justifica que la anciana cambiase el testamento en su favor pocos días antes de ingresar en una residencia donde finalmente falleció a causa de un brote psicótico. Doce días más tarde del cambio ante notario, la mujer fue declarada "incapaz".

Ahora, la sobrina de la mujer reclama ese dinero y cree que el camarero estafó a su tía. Asegura que se aprovechó de su enfermedad, demencia, para manipularla.

El abogado de la familiar señala que cuando se hizo el cambio en el testamento, ni su clienta ni la cuidadora habitual de la anciana se encontraban en Valladolid. El caso de la polémica herencia sigue su curso en un juzgado de Valladolid, que investiga si hubo o no manipulación.