La joven, residente en Madrid, conoció al supuesto agresor en el puerto de Alicante, ciudad en la que se encontraba de vacaciones.

Al parecer, el hombre la invitó a su domicilio, donde, tras unos besos consentidos y después de que la chica decidiera dejar la casa, comenzaron los abusos.

Aún así, la joven logró zafarse del presunto agresor, encerrarse en el baño del domicilio y llamar al 091. No supo decir en qué lugar se encontraba, pero gracias al GPS de su móvil, los agentes de la Policía Nacional la localizaron y detuvieron al joven.