Nunca se imaginaron que una mantarraya gigante iba a pedirles ayuda: unos buceadores de Australia se han quedado atónitos al comprobar que el animal se acercaba.

La mantaraya quería que le sacasen los anzuelos que tenía clavados en el ojo derecho y los buceadores, tras varios intentos, consiguieron salvarla, mientras ella se mantenía inmóvil.