Una gran bola de fuego descendía por el cielo de Los Ángeles, California, mientras los vecinos de la ciudad ya temían lo peor.

El elemento, deslumbrante, se hizo pasar por un meteorito que, sin previo aviso, se había colado en la Tierra y pensaba impactar contra el suelo estadounidense; pero lo cierto es que nada tan apocalíptico estaba a punto de pasar.

La estrella que iluminó los balcones de los californianos no era sino un paracaidista con una bengala que descendió en su viaje como parte de la campaña de una famosa compañía de bebidas energéticas, que se esconde tras el enigmático espectáculo celeste.

Varios habitantes de la ciudad grabaron el momento que, sin duda, asustó a un gran porcentaje de ellos.