El Ayuntamiento de Segovia quiere que el diablillo, autor del acueducto según la leyenda, esté sentado con un móvil en la mano para atraer turistas que se hagan un selfie con la figura. Sin embargo, la noticia del diablillo no ha caído igual entre los vecinos.

Tanta polémica ha generado la colocación de la estatuilla de 1,70 metros que un juez ha impedido, por el momento, su colocación. Lo ha hecho a petición de una asociación católica que cree que colocar el diablillo sonriente, rechoncho y haciéndose un selfie, supone una exaltación del mal.