De los grifos de Chillarón del Rey, en Guadalajara, no siempre sale agua. La diputación ha tenido que llevar al pueblo más de una docena de cisternas para los vecinos. Llevan años con problemas de suministro, y eso que a cinco kilómetros tienen un embalse.

"Abrimos el grifo y no sale ni una gota de agua", ha comentado un vecino. Otra residente ha afirmado que no hay agua ni para "fregar los cacharros".

El pueblo se encuentra a pocos kilómetros del embalse de Entrepeñas, pero este lleva años padeciendo la escasez, porque el agua del pantano va a parar a Murcia a través del trasvase Tajo-Segura.

Aunque la Junta les prometió que terminarían las obras de abastecimiento en marzo de 2016, aún faltan tramos por hacer."Este año se ha agravado. No sabemos si por avería o por población, pero cuando llegan las cisternas nos duran menos tiempo que el año pasado", ha explicado el alcalde del municipio, Julián Palomar.

Por ahora, los pueblos de alrededor les han cedido su agua para que puedan abastecerse, pero han dicho que el remedio "es insuficiente". Cuatro camiones cisterna con 15.000 litros de agua cada uno han llenado unos depósitos de 60.000 litros de agua y ya están prácticamente vacíos.

"La verdad que aquí te duchas cuando tienes suerte", ha afirmado una de la residentes. Otro ha explicado que "cuando sale la poca agua que hay no se puede ni beber y tenemos que traerla de Madrid embotellada.