La fidelidad de los perros hacia sus dueños provoca que, en alguna ocasión, sufran en sus propias carnes ciertas situaciones de las que no tienen ninguna culpa. Es el caso de un perro en Chile que fue golpeado por un agente de Policía cuando procedían a la detención de sus dueños, unos malabaristas que estaban bebiendo alcohol en la vía pública.

El animal se encontraba junto a sus dueños cuando, sin ningún motivo según cuentan los testigos, uno de los agentes le golpeó en el ojo, lo que le produjo una profunda herida. El animal, que en ese momento comenzó a sangrar, fue trasladado al veterinario, donde se está recuperando de la herida en el ojo derecho.

Los instantes posteriores fueron grabados por uno de los testigos, que increpa al Policía tras la agresión, mientras otra chica llora desconsolada junto al animal. El cuerpo de Policía se ha defendido asegurando que el animal trató de morder al agente.