Oliver Wallace tenía una cámara en la habitación de su hijo de dos años para poder controlarle por las noches. Gracias a ella pudo grabar cómo una ladrona entró en su casa para robar unas joyas. Su mujer y su hijo estaban de vacaciones por lo que no había nadie en el momento del robo.

La mujer se llevó unas joyas que pertenecían a la madre de su mujer, que murió en un accidente de coche en el año 2011.

El suceso se produjo por la tarde, mientras Wallace estaba tomando algo con su hermano en el centro de Londres. En el momento que les estaban sirviendo las bebidas comenzó a sonar su teléfono que, al ser inteligente, también dijo en voz alta "movimiento en la habitación".

En un primer momento lo ignoró porque suena siempre que detecta cualquier movimiento, hasta que cayó en la cuenta de que ni su hijo ni su mujer estaban en la casa porque se habían ido de vacaciones. Fue en ese momento cuando llamó a la Policía para informar del robo.

La Policía ahora busca a la ladrona y ha pedido la colaboración ciudadana para localizarla. En el vídeo se aprecia claramente que la ladrona es una mujer blanca, con cabello largo y rubio y vestida con una sudadera con capucha.