Una familia de Montana, Estados Unidos, se llevó un gran susto al llegar a su casa y encontrar un oso negro durmiendo en lo alto de su armario. El animal se había colado en la vivienda y, de alguna manera, logró encerrarse dentro de la habitación principal, bloqueando la puerta.

Después de hacer grandes destrozos en la habitación, decidió subirse a uno de los estantes del armario para echarse una siesta.

La familia llamó asustada a la oficina del sheriff del condado para informar de que tenían un gran oso dentro de su casa. Al llegar, los oficiales llamaron por la ventana y el oso se despertó sin inmutarse "lo más mínimo", explican en su perfil de Faccebook los policías.

"Se estiró lentamente, bostezó y miró desconcertado hacia la puerta", explican. Finalmente, los agentes abrieron la puerta del dormitorio y con la ayuda de expertos lograron sedar al animal para sacarlo de la vivienda y trasladarlo hasta las Montañas Rocosas.