Un niño de 10 años sobrevive después de que un pincho de cocina le atravesara la cabeza, desde la mejilla hasta la nuca. Ha ocurrido en Misuri, Estados Unidos. El pequeño tuvo suerte, el pincho no rozó ni su cerebro ni la médula espinal. Estaba jugando en una casa del árbol y un grupo de avispas le atacó. Asustado, cayó del árbol con la mala suerte de que, en la caída, el pincho de metal le atravesó la cabeza.

"Me estoy muriendo mamá", dijo el pequeño Xavier a su madre al llegar al hospital. Los médicos, al ver que no había afectado a su cerebro, médula espinal ni vasos sanguíneos, esperaron hasta el día siguiente para contar con el personal necesario para realizar la extración corriendo los riesgos mínimos.

"Tan solo una en un millón de veces ocurre que un objeto como este te atraviesa la cabeza sin herir este tipo de órganos", ha explicado el doctor Ebersole, director del departamento de neurocirujía del hospital en el que operaron a Xavier.

"Un milagro" sería la palabra apropiada para describir lo que le ocurrió a Xavier, según el doctor. Ahora el pequeño se encuentra en el hospital, recuperándose tras la operación que resolvió su desastroso incidente que, por suerte, tuvo un final feliz.