En el suelo, ensangrentado y maniatado; podría ser la fotografía de un asesinato, pero es una estafa. Un hombre se hizo pasar por muerto para extorsionar a su exmujer; una historia digna del mejor guión de Berlanga.

Estos son los personajes: un exguardia civil, un abogado, un fotógrafo, un dentista y un informático; la víctima, una mujer alemana. Ocurrió en una urbanización en Marbella.

El exguardia civil y el fotógrafo se presentan en casa de la mujer haciéndose pasar por policías. Placa y pistola en mano, le enseñan las imágenes de su exmarido presuntamente asesinado y le amenazan.

"Le dicen que tienen pruebas para incriminarla y que debe darles un millón de euros", ha explicado en Más Vale Tarde Juan Cano, periodista de Diario Sur.

Para hacer creíble el plan, buscan cómplices y entran en escena el dentista y el informático; eran amigos de la mujer y de su exmarido, el falso muerto. Aprovechando su amistad quisieron hacer creer a la víctima que estaba vigilada día y noche. Así lo refleja la sentencia: "Llegó a temer por su vida por la presión que ejercían para obtener el dinero".

La mujer pagó hasta 60.000 euros, que entregó al último de los implicados, el abogado, en cinco ocasiones. La historia es tan rocambolesca que uno de los letrados ha contado que hasta se plantearon mandar un dedo de goma a la mujer para que creyera que era de su expareja. Finalmente, los cinco han sido condenados por estafa, aunque del falso muerto, ni rastro: está en paradero desconocido.