La unidad de rescate de un zoo de Australia se ha enfrentado recientemente a un reto particularmente complicado. A este grupo de expertos les llegó el aviso de que un joven canguro había resbalado junto a un canal de la zona, cayendo al agua, y no era capaz de salir.
Según relatan los expertos del zoo de Wildlife Warriors, el nivel de agua estaba subiendo y temían que la corriente arrastrase al animal hacia unos peñascos donde pudiera lastimarse. Por ello, tuvieron que operar con rapidez con el objetivo de evitar riesgos mayores para el animal.
De esta forma, se acercaron al canguro con una canoa. Después de perseguirle durante un buen rato, la barca llegó al lugar donde se hallaba el animal, que decidió posar sus patas en la canoa. El equipo de rescate aprovechó este 'descuido' para sedarlo con una dosis mínima e intentar curar los rasguños que se hizo.
No tardó mucho tiempo en despertarse el animal y abrirse paso entre los árboles más cercanos hasta su hogar, ya completamente recuperado de sus heridas y del susto en el canal, al que no parece que quiera volver a acercarse en mucho tiempo.