Empuñan azadas y rastrillos con entusiasmo. Pretenden devolver lo que España les ha dado al acogerlos haciendo un voluntariado.

Hace poco más de un mes, el temporal Gloria desbordó el río Sió, en Montgai (Lleida), inundando campos de cultivo e incluso el campo de municipal de fútbol. Ahora, estos menores no acompañados ayudan a recuperar la zona destrozada por la tromba de agua.

"Estamos quitando la tierra para arreglar la cerca del río", explica Mha Talha, uno de estos jóvenes voluntarios que, como sus compañeros, dan un paso más hacia su integración con cada palada.

Además de trabajar con empeño, viven su tarea con entusiasmo. La directora del Centro de Acogida Antares, Marta Dormido, explica que los chicos "necesitan que sea una cara visible y amigable" y añade que "se muestran agradecidos después de participar en estas experiencias".

Tienen entre 14 y 17 años y la mayoría se ha jugado la vida a bordo de una patera persiguiendo una vida mejor. Algo que, según Hamza Seke, otro de los jóvenes, lo hacen "para ayudar a la gente y para encontrar un trabajo en el día de mañana".

La vida laboral con la que sueñan puede llegar muy pronto. El Ayuntamiento de Montgai tiene previsto contratar a dos chicos para el verano. Jaume Escolà, responsable de los servicios municipales de Montgai reconoce que los jóvenes están trabajando muy bien: "Están dando el callo, lo hacen muy bien y con alegría. Me quedaría con dos o tres".

A la espera de trabajo, seguirán empujando carretillas repletas de ilusión, porque ganas no les falta.