Una tortuga, seguramente confundida, se acercó demasiado a la orilla en una playa en el sur de Beirut. Cuando los bañistas que se encontraban disfrutando de un buen día de playa la vieron no dudaron en lo que debían hacer: ¿Ayudarla a volver de nuevo al mar? No.

Enseguida la arrastraron hacia la orilla donde niños y adultos comenzaron a aplastarla y todo para ver quien conseguía el mejor 'selfie'. Malherida, con los huesos de la cabeza rotos y sin poder moverse la abandonaron a su suerte cuando se cansaron de hacerse fotos.

Por suerte, el animal fue rescatado por 'Animales Líbano' y trasladado a un centro especializado donde se recupera de las lesiones. En declaraciones para el diario 'Metro' la asociación asegura que "el daño era visible y evidente" y explica que trabajan junto al Ministerio de Agricultura y Defensa Civil para evitar que sigan muriendo tortugas marinas "a causa de esta crueldad innecesaria, evitable e ilegal".