Volvemos al lugar en el que Younes Abouyaaqoub, el terrorista de La Rambla, fue visto con vida por última vez. "Los agentes le dieron el alto, entonces, el terrorista enseña sus explosivos y se dirige a la patrulla gritando "Allahu akbar" y no tuvieron más remedio que abatirle", explica Eduard Barca, mosso que participó en el dispositivo.
Su cuerpo queda tendido en el suelo, a diez metros de los agentes y entonces, acordonan la zona.
El rastro de Younes Abouyaaqoub se pierde cuatro días antes, después de irrumpir en La Rambla huyó. "Desgraciadamente, topa con el joven Pau Pérez y le asesta una puñadada", señala Eduard. También le roba el coche, con el que se salta un cordón policial y atropella a dos mossos d'Esquadra.
Después, ni rastro de Younes. Del sumario se desprende una llamada telefónica que le hace un conocido dos días después del atentado, quiere conseguir droga. "Soy el Map, ¿tienes algo?, le dice su interlocutor. A lo que el terrorista contesta "ahora no puedo, estoy un poco lejos".
Ahora sabemos que estaba en una gasolinera de Cervelló. Con pantalón largo y camisa azul, las cámaras de seguridad captan al terrorista con una bolsa en la mano, intentando abrir la puerta de un camión rojo o rebuscando en el interior de un contenedor.
Un día después, el día de su muerte, las cámaras le captan en otra gasolinera y también en las instalaciones de una empresa. Aquí es donde una vecina ve a Younes a las 15:25 horas. Menos de una hora después, llega al final de una ruta, que acaba con su muerte.
Otro gasto más
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