Un dispositivo inspecciona el pozo al que cayó el niño de dos años en Totalán, en Málaga, ya que el hueco es de reducidas dimensiones e imposibilita el paso de un adulto.

Sin embargo, la delegada del Gobierno ha confirmado en unas declaraciones que el dispositivo sólo ha podido llegar a una profundidad de 78 metros de los 110 totales, lo que podría suponer que existe un desprendimiento de tierras fangosas. Este tapón estaría dificultando las labores de rescate.

Además, durante la mañana de este lunes ha llegado un furgón de inspección por cámara robotizada para tratar de llegar a nuevas conclusiones.

Los efectivos han localizado una bolsa de chucherías y un vaso, lo que podría confirmar que el pequeño cayó por el agujero.