Hasta el Castillo de la Cala de San Pedro sólo se llega tras una hora de caminata o en barco, una fortaleza que convierte a su pequeña playa en un paraíso. Pero, según nos acercamos, comprobamos que el paraíso tiene sus riesgos, está en peligro de derrumbarse.

"No me pondría aquí con una tienda de campaña", lamenta Daniel Navarro, uno de los propietarios de esta fortaleza del siglo XVI. En 1998 compró el terreno del Parque Natural del Cabo de Gata, pero durante unos años la Junta de Andalucía se lo quiso arrebatar al considerarlo un Bien de Interés Cultural.

"Se cayó la mitad de la torre, los lienzos y otro pedazo; y con toda la 'caradura', cuando el Tribunal Superior de Andalucía dijo que yo era el propietario me lo devolvió así, tal como estaba, en ruinas", destaca Daniel.

Ahora, no se ponen de acuerdo en quién debe arreglarlo y la torre está prácticamente sin cimientos. "La Junta de Andalucía en vez de abrir un expediente sancionador que obliga a los propietarios a hacer obras de conservación o obras de emergencia para consolidar algunas partes del castillo, no está haciendo nada", declara Enrique Ruiz, presidente de la asociación Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata.

Sin embargo, todos coinciden en el peligro que supone porque podría caerse sobre los bañistas. "Deberían cuidarlo más", lamenta un chico mientras que una chica destaca que le preocupa porque "está muy cerca de la zona donde estamos todos". "Todo lo referente a la historia hay que cuidarlo", señalan.