Un brote en un edificio del barrio bilbaíno de Santutxu ha puesto en jaque a sus vecinos. El recuento deja tres fallecidos, cinco hospitalizados y 33 contagiados por COVID-19 en el inmueble y sospechan que el origen viene de las zonas comunes. En concreto, del ascensor.

Los vecinos apenas salen: solo para la compra o para trabajar. Y suben hasta 13 pisos a pie para evitar montarse en el ascensor. El motivo es el miedo generado por la muerte de dos mujeres de ochenta años y un hombre de 54, todos habitantes del portal.

"Yo he salido para trabajar pero este fin de semana ni yo ni mis hijos hemos salido. Y tengo constancia de que los vecinos no quieren salir", afirma Jon, uno de los habitantes de las 62 viviendas del bloque.

La mayoría de los vecinos están en cuarentena preventivamente y hoy se les realiza la segunda PCR a todos los contactos estrechos. Sin embargo, denuncian que la Consejería de Salud no ha confinado el edificio.

Desde el Gobierno vasco aseguran que con la desinfección de las zonas comunes es suficiente.

En el cribado, se ha analizado si pudiera estar implicada la variante británica del COVID-19, posibilidad que ha sido descartada una vez realizados los estudios. Desde el Departamento de Salud se ha reconocido no obstante que la investigación del caso no está cerrada.