La Fundación de Pedro Cavadas ha intervenido con éxito a Reginaldo Carlos Mguema, un joven albino de Guinea que tenía un extenso cáncer de piel en la cara. Tras la intervención, el joven ha expresado ante los medios en Valencia: "He recuperado la vida que pensé que había perdido".

Por su parte, el doctor Pedro Cavadas ha explicado en rueda de prensa el caso de este joven que, de no haberse intervenido, habría fallecido probablemente en menos de un año "de forma miserable".

El joven es albino, un trastorno genético heterogéneo que produce una reducción o ausencia total del pigmento melánico, el protector endógeno del cuerpo frente a la radiación solar, lo que supone en países del África subsahariana un "grave problema" por la gran cantidad de horas de luz.

"Ser albino en España no pasa nada, en el norte de Europa ni se nota, pero en el África subsahariana no es ninguna broma, es muy serio porque equivale cáncer de piel y problemas asociados muy importantes", ha señalado el doctor Cavadas.

De hecho, el cirujano ha explicado que Reginaldo Carlos Mguema sufría de cánceres múltiples de piel, uno de ellos muy extenso en la cara que le había afectado al nervio y al esqueleto facial y que le llegaba incluso dentro de la boca y que hubo que reconstruir con microcirugía compleja, incluyendo una transferencia de piel, para dejar las mínimas secuelas.

Imagen del joven intervenido de un cáncer de piel en la cara

Pese a la gravedad de su estado de salud, Reginaldo se ha salvado gracias a su tenacidad, ya que fue él mismo quien consiguió los recursos para comprase el billete de avión y se presentó en la Fundación sin cita.

En este sentido, el joven ha relatado que ha vivido toda su vida con esta enfermedad sin saber qué la causaba, pensando que eran cosas que "salían así por azar". Una vez fue diagnosticado de cáncer, fue intervenido hasta tres veces en su país hasta que le dijeron que "no había maquinaria" para volverle a operar. En ese momento, el joven, según ha contado, se quedó "fuera del mundo, ya no tenía que pensar".

Así consiguió el joven viajar a España

Sin embargo, Reginaldo, de familia pobre, ya que perdió a su padres a los tres años y tiene muchos hermanos, comenzó a pedir ayuda por las redes sociales y los Ministerios de su país. Así, con lo que recaudó gracias a la gente "bienintencionada" pudo comprar un billete de avión y conseguir el visado en la embajada. "Cuando subí al avión, me llené de esperanzas, recuperé la vida que pensé había pedido", ha expresado.

Fue una mujer que había conocido su casa por redes sociales quien acogió al joven al llegar al aeropuerto de Madrid y le ayudó con el a València. "Me presenté en la Fundación sin cita, era un riesgo que corría, pero todo salió bien", ha celebrado, visiblemente emocionado.

De esta forma, Reginaldo se sometió a una primera intervención el 28 de diciembre y dos más en enero. "Les agradezco mucho todo lo que han hecho por mí,; ahora más que nunca sé que ya no estoy solo y a todas las personas que tienen el mismo problema les digo que se animen, que sean valientes porque la valentía es muy importante en la vida del ser humano, sobre todo cuando eres pobre y de un país con pocos recursos de sanidad y alimentos", ha recalcado.

Ahora su objetivo es finalizar los estudios de Pedagogía que el cáncer le obligó a interrumpir. "Me siento bien y muy animado, esta experiencia me ha llevado a pensar que cualquier problema que surja en la vida puede tener solución cuando tú mismo lo decides", ha subrayado.

El dermatólogo Luis Hueso, por su parte, ha señalado que a partir de ahora se le realizará un seguimiento para detectar y poder tratar las lesiones que se le reproducirán en su inicio para con el diagnóstico precoz evitar que tenga que volver a ser intervenido de cirugías tan grandes.

Cavadas: "Le hemos regalado una vida"

El doctor Cavadas ha destacado que le han "regalado una vida que será bastante más larga que la que iba a tener". En este sentido, ha indicado que conocía de su caso porque habían intercambiado mensajes, hasta que un día el joven se presentó en su clínica sin aviso previo. "Hola soy yo y estoy aquí", les dijo.

"Pero a Reginaldo le permitimos eso y más porque es el mejor, nunca se ha quejado de todas las barrabasadas que le hemos hecho", ha dicho el cirujano, quien confía en que este caso sirva para dar visibilidad a los problema de los albinos en África.

Por otro lado, Cavadas ha explicado que con motivo de la pandemia, la Fundación no puede seguir con su programa de intervenciones en Tanzania y en el Chad, por lo que ahora está centrada en operar en Valencia casos de todos el mundo. Así, ha apostillado que una intervención en España supone el mismo coste que unas 100 en África, por lo que debe escoger bien los casos, que tengan solución y que muestren un verdadero interés.