Dos semanas después de la erupción del volcán de La Palma, en la isla hay debate sobre si es adecuado recibir turistas. Unos piensan que ayuda a dinamizar el comercio, la hostelería y otros establecimientos, mientras que otros creen que el volcán no es un espectáculo, y que no es momento para fotografiar ese escenario que a muchos les ha dejado sin casa y sin recuerdos.

En laSexta nos hemos acercado hasta un alojamiento turístico donde, siguiendo un camino de baldosas negras, llegamos a una piscina que ni apetece, ni se puede usar, ya que está llena de ceniza. Sin embargo, en la isla se puede estar y se puede ir a la playa. Algunos turistas cuentan que van a "relajarse". "Nosotros estamos tranquilos. El único inconveniente es el 'polvillo' este. Es lo que peor se lleva", cuenta una mujer.

Mientras, hay gente de La Palma que lo está perdiendo todo, a la que no le sienta bien ver a los turistas. Para un palmero, se trata de "una falta de respeto" el que haya personas que estén de vacaciones en la isla ante una situación así.

Sin embargo el turismo es importante en la isla. Solo en 2018, previo a la pandemia, los hoteles de la isla de La Palma recibieron más de 175.000 visitantes. En este sentido, Rosa María, trabajadora del 'Café Edén', defiende que la presencia de turistas es "esencial".