Las alarmas han saltado en Palencia después de que la Red de Vigilancia Epidemiología de la Junta de Castilla y León haya confirmado tres nuevos casos de tularemia esta semana en la provincia de Palencia, con lo que la cifra de afectados por esta enfermedad asociada a los topillos se eleva a 28, mientras se siguen estudiando otros 31 casos posibles.

La tularemia, o fiebre de las liebres, es una infección bacteriana que afecta principalmente a animales salvajes como roedores y que se transmite a los humanos por contacto. Los ciudadanos locales asocian estas infecciones a la superpoblación de topillos.

Hay diferentes vías por las que se pueden contagiar los humanos. La web de consultas Healthcare explica que una de las causas es el contacto directo, a través de una herida en la piel, con un animal infectado o su cadáver; pero también se puede producir por picaduras de mosquitos e insectos o, de manera menos frecuente, por ingerir carne o agua contaminada o por inhalar partículas de polvo contamimadas. Esta enfermedad no puede transmitirse de persona a persona.

Según este mismo portal, la enfermedad provoca que el paciente tenga fiebre de hasta 40ºC con escalofríos, además de malestar, debilidad y falta de apetito. Es también usual que aparezcan dolor de cabeza, dolor muscular o en el pecho, dolor abdominal, náuseas y vómitos, y diarrea. La fiebre puede desaparecer unos días para después reaparecer. En los casos más graves, puede desembocar en una neumonía.

La tasa de mortalidad de esta enfermedad, que cuando fue descubierta podía llegar al 60%, actualmente es muy baja gracias a los tratamientos antibióticos.

Pese a que estas infecciones son más comunes en América del Norte, en España también se han vivido otras plagas en Castilla y León que se han asociado a los topillos. En 1997 hubo 585 casos, en 2007 más de 450 y cerca de 100 en 2014. Este año, de momento, la cifra de afectados se sitúa en 28.