Los primeros avisos por calor ya se han asomado. Y el calor es, precisamente, un factor que afecta y mucho a los conductores. Aumenta la fatiga, disminuye los reflejos - de forma que tardamos más tiempo en reaccionar y cometemos más errores - , aumenta el riesgo de accidente y se ve peor, advierte la DGT. Por eso cualquier precaución es poca.

La DGT recomienda siempre llevar a cabo una serie de medidas antes de ponerse en marcha. Entre ellas descansar las horas necesarias: dos cada 200 kilómetros como máximo. Pero también ante la mínima señal de fatiga al volante. En este sentido es importante evitar conducir en las horas más calurosas (entre entre las 13:00 y las 17:00 horas) y tener cuidado con los deslumbramientos utilizando gafas de sol.

En cualquier caso, también hay que tener a punto el coche. ¿Esto qué implica? Revisar nuestro vehículo antes de salir. Esto incluye piezas y niveles de líquidos. Pero también bajar la temperatura del coche para que sus pasajeros estén lo más frescos posibles, especialmente el conductor.

El truco para bajar rápidamente la temperatura del coche

En ese caso siempre se puede tirar del aire acondicionado, pero en caso de que falle hay un remedio casero japonés. Lo único que hay que hacer es cerrar todas las ventanas del coche, excepto la del copiloto. La del copiloto se deja completamente abierta, como se puede ver en la siguiente imagen.

Entonces se abre y cierra cinco veces seguidas la puerta del conductor para eliminar el aire caliente y permitir que entre el fresco. Esta especie de corriente hará que se reduzca hasta 10 grados la temperatura.