Hasta 75.000 pasajeros se verán afectados en España por un total de 400 vuelos cancelados. La 'Agencia Estatal de Seguridad Aérea' ha recordado que hay derecho a una compensación económica por los inconvenientes, "como mínimo, de 250 euros por billete".

"Si, además, pierden dinero del hotel o de unas entradas, también pueden reclamarlo a la compañía", ha asegurado Rubén Sánchez, portavoz de FACUA.

La aerolínea ya ha mostrado reticencias a pagar estas compensaciones. Se enfrenta a una multa de cuatro millones y medio de euros por las cancelaciones, cantidad muy inferior a los más de 14 millones de euros que debería pagar en indemnizaciones.

Una huelga que llega tras meses de tensión entre la empresa y los tripulantes de cabina que, pese a residir en España, tienen condición de trabajadores irlandeses desplazados, lo que les impide estar bajo el amparo del régimen de la Seguridad Social o del Estatuto del Trabajador Español.

La culpa de esta situación, según ha afirmado Ernesto Iglesias, responsable de 'Unión Sindical Obrera', "es de la empresa que intenta imponer su legislación allí donde opera".

Han denunciado, además, las presiones de la compañía en su día a día. "Siempre se consigue todo a base de amenazas. Por ejemplo, siempre que la empresa quieren que las madres hagan algo y ellas se niegan, les ponen sobre la mesa su jornada reducida para cuidar de sus hijos", ha declarado un tripulante de cabina de Ryanair.

"Estamos recibiendo presiones continuas. Se envió una encuesta a todos los tripulantes de cabina preguntándoles si iban a ir a trabajar esos días", ha añadadido. Ryanair, saltándose la ley, envió un formulario a los trabajadores.

La compañía asegura que ha hecho todo lo posible por negociar con ellos, pero los tripulantes de cabina temen incluso que hagan un contingente de personal de otras bases de Europa para cubrir sus bajas.