La Dirección General de Tráfico tiene previsto instalar en las carreteras secundarias cámaras que detecten si el conductor está haciendo uso del teléfono móvil, y si los ocupantes del vehículo llevan puesto el cinturón de seguridad.
Se trata de un proyecto aún sin fecha concreta para su implantación, que Tráfico quiere poner en marcha para controlar con medios automatizados esas infracciones en unas vías donde ya se han adoptado otras medidas, como la instalación de radares de tramo, entre ellas.
En un paso más para reducir la siniestralidad en las vías convencionales o secundarias, donde se producen entre un 70% y un 80% de los accidentes con víctimas mortales, Tráfico quiere instalar esas cámaras parecidas a los radares pero que solo recogerán la imagen, y no medirán la velocidad.
Tráfico ya ha adelantado en su revista mensual que el número de ellos podría ser de 70 en un principio y asegura que esas cámaras son capaces de captar unas 50 imágenes por segundo y comprobar si se está usando el cinturón o se utiliza el móvil al volante. Con este método se podrán ver una a una las imágenes e identificar el vehículo.
La directora general de Tráfico, María Seguí ha expresado en numerosas ocasiones su preocupación por la siniestralidad en ese tipo de vías y, por ello, decidió el año pasado incrementar la vigilancia de la velocidad e informar a través de la web de los tramos más peligrosos y en los que se puede estar ubicado un radar.
Según el balance de 2015 el número de muertos en autovía se redujo en 51 hasta los 213, en las carreteras convencionales aumentó en 45 hasta los 913, lo que consolida a estas vías como las de mayor índice de siniestralidad, con el 81% del total de víctimas mortales. Y es que el índice de peligrosidad de las secundarias dobla el de autovías y autopistas y el de letalidad también es mayor.