Los trabajadores de Alcoa se han pasado el día pegados a una ventana desde la que recibían la información. A última hora de la tarde, el gesto de los empleados cambia: les dan señales para que miren el móvil para, acto seguido, alzar el puño en alto y dar saltos de alegría.

Por fin les han informado de que la empresa prorroga el ERE 15 días. Lo celebran después de una jornada intensa en la que han llegado desde A Coruña hasta el interior del hotel donde el comité estaba reunido con la empresa. El presidente del comité ha bajado a pedir calma.

"Quedaos fuera, no podemos reventar ahora las negociaciones", les ha pedido. Si se rompían, casi 700 personas se quedaban en la calle sin trabajo. Como Mercedes y su marido, toda una vida trabajando en el aluminio. El presidente gallego, por su parte, ha lanzado un mensaje al Gobierno central.

"El Gobierno tiene que plantear un precio de la industria electrointensiva competitivo. Evidentemente, no soy optimista sobre el conflicto de Alcoa", ha apuntado Alberto Núñez-Feijoó. A la espera de los movimientos de Alcoa y el Gobierno, los trabajadores de las dos fábricas tiene por delante dos semanas más de lucha.