Las imágenes difundidas por PETA, que logró infiltrarse de forma clandestina en cinco granjas chinas, muestran cómo los animales son golpeados y sacrificados. En este tipo de granjas se extraen una gelatina llamada 'ejiao' de la piel de los asnos que, según las creencias de la medicina tradicional china, mejora el flujo sanguíneo y se vende a un alto precio.

"Los burros, algunos de ellos con sólo cinco meses, son golpeados en la cabeza y mueren de forma lenta, agonizante, por un ingrediente de mentira", denunció el representante de PETA en Asia, Keith Guo.

"Pedimos a la gente de buen corazón en todo el mundo que rechace el 'ejiao', consuma alimentos y fármacos no ligados a la crueldad y anime a sus amigos y parientes a hacer lo mismo", añadió el activista.

 

La demanda china de este producto ha aumentado tanto en los últimos años que granjas de otras latitudes del planeta han comenzado a operar con burros.