El grave percance sufrido por el veterano diestro Enrique Ponce acabó marcando la corrida de la víspera del día de San José celebrada en la plaza de toros de Valencia.
Ponce ha sido intervenido en la enfermería de la plaza de una cornada en el muslo izquierdo antes de ser trasladado a un centro hospitalario para diagnosticar el verdadero alcance de una añadida y, todo hacía indicar que más grave, lesión en la rodilla izquierda, que era la mayor preocupación de los médicos.
Ponce estaba aprovechando para muletearlo de manera vistosa hasta que, al quedarse descolocado para un pase de pecho, resultó prendido por la pierna izquierda y lanzado a gran altura. Pero peor impresión causó aún su manera de caer sobre la arena, con la pierna izquierda separada del cuerpo y la rodilla doblada, con la sensación inmediata de había podido producirse la grave lesión temida por los médicos.
Y aún pudo dar suerte el torero de que se salvó de varios de los secos gañafones que le soltó el toro cuando yacía inerme sobre la arena, antes de que sus banderilleros llegaran al quite y las asistencias posteriormente le condujeran en volandas a la enfermería.