El Toro de la Vega ha hecho su recorrido y, como manda la ley, no le han lanceado ni matado en público. Eso se hará dentro de unas horas, en privado, en un matadero. Príncipe, que así se llama el toro, ha dejado un herido grave por cornada en una pierna y el revuelo de siempre en Tordesillas. Este año, manifestación para que se levante la prohibición de matar al animal.

Los animalistas han ido, pero de incógnito. Bueno, todo lo de incógnito que se puede estar con una cámara de televisión grabándote. Uno de ellos se ha traído un casco camuflado bajo una gorra por lo que pueda pasar, ya que, asegura, otros años les han apedreado.

Tampoco ser periodista en Tordesillas es fácil. Algunos te ignoran, y otros directamente te hacen perder el tiempo y piden dinero para ser grabados. Lo importante es que no ha habido peleas. Al menos ahora las opiniones se defienden, sin bronca.