Ignacio Allende, más conocido como Torbe, se defiende en una entrevista en Espejo Público de las acusaciones vertidas por sus denunciantes. El productor pornográfico salió de prisión tras pagar una fianza de 100.000 euros.

Torbe explica cómo fueron sus días en el calabozo, donde estuvo cuatro días incomunicado y sin saber de qué le acusaban, según explica. Su detención se produjo por la denuncia de una testigo protegida a la que según él conoció después de que un amigo se la presentara porque quería trabajar para él.

Posteriormente, explica que tras grabar varias escenas en su casa acabaron siendo pareja hasta que el productor descubrió que le estaban robando dinero de su casa y que sólo la joven podía ser la culpable.

De esta manera, Torbe pretende quitarle credibilidad al testimonio de la joven asegurando que todo se trata de una venganza de la joven después de que él no quisiera borrar los vídeos en los que aparecía.